martes, 22 de junio de 2010

Rumbo a Pachuca ... la "bella airosa"



Sàbado 19 de junio, 9:45 de la mañana. Fresco, soleado … ideal para salir a pasear.
Nuestro paseo comenzò a bordo de un autobús de baja calidad que nos puso en media hora, en la cumbre de la sierra que separa Cuernavaca del DF, esto es la frìa población llamada Tres Marìas.
De ahì, a bordo de otro autobús un poquitito mejor, seguimos paseando, esta vez rumbo ya a la “Terminal del Sur”, o sea Taxqueña. Llegamos ahì a las 11:40.
En esa terminal hay un enjambre de puestos de todo lo que uno quiera, necesite, no necesite, se le antoje y no se le antoje. Frutas, dulces, pilas, guaraches artesanales, aguas y refrescos … los màs insòlitos juguetes, etc, etc. Lo que màs abundan, son puestos de tacos de todo tipo. Nosotros somos habituès de uno en particular.
Ahì nos fuimos, maletas y bolsos en manos.
Es difícil describir esta “taquerìa” sùper al paso. Lo intentarè. Un pequeño sucuchito con un enorme comal siempre encendido de un metro y medio por un metro aproximadamente. (Comal es una especie de plancha para bifes, pero de latòn, no de hierro). Frente a este comalote, varios molcajetes con salsa requetecontra picosas y de todo tipo. (Molcajete no es una mala palabra, es un recipiente de piedra labrada, como si fuera una fuente grandota).
No sè si puedo explicarme, pero no hay mostrador, el taquero està detràs de este “mueble” cocina. A la izquierda, en una especie de estante adosado al comal, una pila enorme de carne ya cortada (bistec). Sobre el mismo comal, una pila de cebolla, otra de papas fritas y otra de nopales (pencas de cactus sin espinas, cortadas en cuadritos, cocidas)
Todo lo descripto, es el frente del changarrito … que no mide en total, màs de 3 x 2 metros. Frente al comal, ya es la banqueta por donde transita medio mundo, porque es el pasaje hacia la estaciòn del Metro. Puès ahì, en esa banqueta, se para la gente, nosotros incluìdos, y se come de parada los tacos servidos en un plato de plàstico forrado por una tambièn bolsa de plàstico (para no tener que lavar).

- Què le doy, gûero …? Cuàntos van a ser …? (Gûero = rubio, blanco)
- Que sean tres de bistec con cebolla y papas solamente … gracias – contesta papà.

Y asì fuè … primero uno para mì y dos para papà, después … uno màs para cada uno. Exquisitos …!!!
Cuando uno termina de comer, el taquero pregunta:
- Cuàntos fueron …?
Y uno le dice cuàntos se comiò, porque ese changarro està lleno de gente, de modo que èl no puede llevar la cuenta. Se imaginan esto en Argentina …? Quièn dirìa la verdad de cuàntos de comiò …?
Entonces, uno dice cuàntos se comiò y el taquero cobra confiado.

Ya que comimos los ricos tacos, comprè uvas rojas y una botella de agua y nos encaminamos en fila india por una angosta banqueta interna (banqueta = vereda) rumbo a la parada del trole. Sì, del trolebús. Ese vehìculo elèctrico que no puede desprenderse del cable que lo tiene amarrado de los cuernos, nos llevò paseando por todo el centro històrico del DF, en una hora, a la Terminal del Norte que, como lo dice al nombre, queda exactamente en las antípodas de la del Sur a la que llegamos.


De ahì, a bordo ya de un autobús como la gente (hasta con Internet a bordo), llegamos, en una hora y media a Pachuca, la “bella airosa”, como le dicen porque en las laderas de la sierra sobre la que està edificada, rebota el aire y siempre hay viento.
En la Terminal nos esperaban los amigos/anfitriones que nos habìan invitado a dar un Seminario a su grupo.
Si me fuè difícil describir la “taquerìa al paso”, no se imaginan cuànto màs serà describir còmo nos atendieron.
De inmediato nos llevaron a comer a un “pueblito màgico” (asì les llaman a algunos pueblos elegidos, como Tepoztlàn por ejemplo) metido entre las sierras, en las alturas. Una preciosura, tìpico, muy cuidado, muy visitado por turistas.
La comida tipica de Pachuca son los pastes, una especie de empanada grandota, rellena de papa, carne y chile … riquìsima.
De ahì, ya casi las 5:00 de la tarde, nos instalaron en un hotel 5 estrellas lindìsimo. Descanso de una hora y listos para una asesorìa a lìderes que nos pidieron.
Cena en el hotel en compañìa de algunos de ellos …y a dormir que se viene el domingo.

Domingo … desayuno en el hotel con uno de los socios que vino expresamente a acompañarnos. Llamada sorpresa de Sole a papà.
Salimos ya del hotel rumbo a un salòn lindìsimo donde era el Seminario. Nos sorprendieron con un recibimiento inesperado: tùnel de personas con unos globos finitos como de un metro de largo … mùsica, serpentina … en fin … còmo explicarlo …?
Dejamos el alma en ese escenario y frente a esa gente que nos escuchaba con tanta atención. Terminado todo (cuatro horas después), no acabàbamos nunca de abrazar y besar a toda la gente que venìa a saludarnos.
Comida exquisita de nuevo en una mesa de màs de 10 personas y a desandar el camino que ya no vuelvo a repetir.
A las 10:00 de la noche de regreso en casa, cansados, pero con la sensación del deber cumplido.
Si se pudiera hacer una comparación, yo dirìa que esto que estamos haciendo tiene un IVA del 100%. Uno va buscando una cosa y se encuentra con el 100 x 1 de recompensa.
Aunque parezca un poco loco … estamos felices, disfrutando y sintiendo la vida circular en las venas, lo que no es poco después de haber pasado por algunas circunstancias en estos 60 y pico transitados.