domingo, 15 de noviembre de 2009

Yo soy ella ... yo soy Ana

martes 15 de noviembre de 2005

Me he salido de ella, y ella no se ha dado cuenta.
Me he sentado en la rama màs alta del limonero.
Desde acà la miro atentamente ... està sentada en su silla de siempre,
Se le pierde la mirada en la pared blanca de enfrente.
Ella no ve la pared blanca, ella ve sòlo una pantalla
donde refleja su mente.
La casa està en silencio ... como siempre ...
YO me hice chiquita en la rama
y veo còmo, en la pared blanca, se refleja su nostalgia.
Hay una larga lista de cosas que ella extraña.
Extraña la voz de sus hijos ...
ver crecer a los nietos ...
compartir con sus hermanos la comida del domingo ...
y los encuentros a diario con uno que otro amigo.
Extraña las tarde de la quinta en el calor del verano ...
la cara helada en las mañanas de invierno ...
el cielo azul y la calma del otoñal mes de marzo
y hasta los vientos incòmodos de la primavera estrenada.
Extraña el olor de un asado y el sabor de los helados ...
el color de la escarapela y los 25 de mayo
Ella extraña 55 años vividos en el mismo pueblo,
con los afectos al alcance de su mano.

Los codos en la mesa, las palmas de ambas manos en la cara sostienen su cabeza,
... y la mirada perdida en la pared.
Ella ya no piensa en nada.
Se levanta lentamente, se dirige hasta la cama ...
se recuesta ... y yo la dejo, ya no quiero molestarla.
Es mejor que en brazos de Morfeo,
vaya un rato al mundo de sus sueños.
Yo la entiendo ... yo soy Ana ... yo soy ella.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Donde los pinos se visten con tules ...

Esto lo escribì el domingo 14 de agosto de 2005

"A mitad de camino de Cuernavaca al DF, yendo por la Carretera Federal, casi a 3000 metros de altura, a veces los pinos se visten de tules.
Esto sucede en tiempo de lluvia, es decir, entre junio y noviembre. Llueve ahì por las noches, y los pinos se dan su ducha diaria ... y la disfrutan.
A la mañana temprano, ni bien sale el sol, le regalan a èl las gotas de lluvia que no usaron. El sol, a su vez, empieza a tejer con ellas una fina niebla de tul con que viste a los pinos por un par de horas. Tul que lelos exhiben coquetos Cuando el dìa se adentra, el sol levanta los tules, los enrolla y los eleva en desparejas y preñadas nubes.
El viento se suma al equipo en altura, traslada las nubes y lleva porciones de tules y pinos y los deja caer en los alrededores en renovada lluvia cad noche. Y por la mañana .... empieza de nuevo la danza de tules.
El sàbado, yendo al DF yo vi los pinos vestidos de tules. Y entre los tules danzando, mil tonos de verde en desparejos terrenos sembrados de avena y maìz.
Y uno mira todo eso, pinos, tules, verdes solares y volcanes, y siente que desde las entrañas mismas, Dios sube hasta el alma y desde adentro y desde afuera comienza a uno a hablarle.
Y yo "sentìa" que Dios me hablaba, que Èl ahì estaba, como queriendo regalarme un Divino festìn para mì sola.
Fuè hermoso Mirarlo ahì afuera y sentirlo a mi lado latiendo en el alma, en ese lugar entre el corazòn y el estòmago, diciendome: Aca estoy, Ana..."

viernes, 13 de noviembre de 2009

La vida: convivencia de lo opuesto

Son las 3:00 de la tarde en Mêxico, el invierno se insinùa. A esta hora, una leve brisa fresca entra tìmida por la puerta como pidiendo permiso para poder entrar. La dejo ... me encanta la caricia del frìo ... me recuerda las tardes de otoño del sur.
En este momento recuerdo lo que no hace muchos dìas comentaba Cloè en su blog con respecto a "la tragedia y la comedia".
El recuerdo lo provoca, porque mientras estoy escribiendo estas letras, escucho la respiraciòn acompasada de Oscar descansando ... tranquilo ... relajado ... saludable.
Hace poco màs de dos meses, comenzaba la "tragedia", que se me hacìa interminable y definitiva. Hoy, en lugar de recordar aquello, vivo la "comedia" de verlo bien.
Lo de tragedia, en el sentido que Cloè le daba, lo mismo lo de comedia. Al fin ella querìa hablar de la tristeza y la felicidad.
Y de eso es de lo que estoy hablando hoy. Y es cierto lo que ella decìa: "si uno no vive la tristeza, no puede reconocer la felicidad".
Hay un dicho que dice "nadie disfruta tanto de la paz, como quien ha vivido la guerra".
Doy fe. El sonido de esa respiraciòn de un Oscar repuesto y sano, me sabe a paz y felicidad.
Esta mañana, ya olvidados los dìas de hospital, comentàbamos que, pasando el dìa de hoy, sòlo quedan 30 para estar volando a Argentina. Y, como dice Cloè tambièn, se nos "riscaldaba" el corazòn de sòlo imaginar lo que vamos a disfrutar de eso.
Es la vida, que alguien definiò como "la convivencia de lo opuesto": lo dulce y lo amargo ... lo verde y lo maduro ... el frìo y el calor ... la guerra y la paz.
Una vez, una mujer mexicana me preguntò què era para mì la felicidad. Y le dije que era un rosario con interminables cuentas de pequeños momentos vividos. Este es uno de ellos.
Yo guardo ese "rosario" en una cajita dorada, dentro de mi, en ese lugar que todos tenemos que està entre el alma y el corazòn. Muchas veces, he ido a buscarlo y lo he sacado un ratito, lo he deslizado por mis dedos muy despacio y he vuelto a vivir esos momentos. Siento que son el extracto que tengo siempre a mano, para preparar un tecito "calientito" y sorberlo de a poquito.
Habiendo superado los 60 años, y habiendo vivido lo poco de "tragedia" que ha tenido mi vida, puedo espejarme en una prosa de Jesùs Quinteros que dice:

"Hemos nacido para volar y tenemos la obligaciòn de remontar una y otra vez el vuelo. Te lo digo yo, que me he derrumbado y estrellado muchas veces.
Y sin embargo, insisto. Cuando sientas que te derrumbas, que caes vertiginosamente entre astillas y huesos, entre llantos de arena y aguaceros de vidrio, da un par de aletazos y arriba."

Y es totalmente cierto. Como Jesùs Quinteros, màs de una vez he tenido que dar un par de aletazos, y saben què ...? FUNCIONA ........!!!!!!!!!!!!!

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Soñè ...? Tuve una visiòn ...? Lo percibì ...?

...No lo se, sòlo sè que fuè muy real y que "lo vi" estando ya acostada, esa noche del sàbado 11 de octubre de 2003 ... y me levantè a escribirlo ...

"Hoy hace 16 años que papi "naciò" a la Vida Eterna. Y parece que lo festejaba "con todo". Hace dos dìas, invitò a su fiesta al tìo Mauro. Mauro no lo pensò demasiado, ademàs hace ya un par de meses (desde que partìò la tìa Angèlica) que tenìa listo el equipaje. El caso es que se puso en camino alentado por las "porras" que desde el otro lado del puente le daban tantas caras conocidas ... y tan queridas.
Al principio del cruce, se confundiò un poco, porque papi y la tìa Pety no se ponìan del todo de acuerdo al momento de guiarle los pasos. Pero cuando los pudo entender bien, apurò el tranco y esta mañana, a las 7:30, ya era "parte del equipo".
Papi, por supuesto, se diò el gusto de esperarlo en primer lugar ... se fundieron en un abrazo apretado y largo ...
Uno a uno, despuès, le dieron todos los demàs, la bienvenida sin palabras que Allì se acostumbra dar.
Una Luz muy clara, muy limpia, muy intensa, alumbraba todo el lugar.
Un poco màs atràs, como de costumbre, mami esperaba el turno para saludarlo. Lo hizo tambièn con un abrazo intenso y càlido en el que puso todo lo que habìa en su corazòn. (Pensar que me llevò una vida entender que mami sentìa mucho màs de lo qu e demostraba).
La ùltima en abrazarlo fuè la tìa Angèlica. No hacìa tanto que se habìan "separado". Y ya se sabìa que no podrìan estarlo por demasiado tiempo. Siempre me pareciò que fuè un matrimonio especial para su època. Supongo que el tìo tuvo lo que llamarìamos "un metejòn" con ella..
Me fuì por las ramas, creo. Es que mientras "veìa" (sin ser vista) todo este alboroto, esta alegrìa, esta cantidad de abrazos ... tuve tiempo de pensar un rato.
Fuè la tìa Pety la que dijo que ya era hora de sentarse a la mesa. Remigio se sentò en la cabecera. Me llamò la atenciòn que sòlo habìa sobre ella un gran mantel blanco, ningùn cubierto, y nada de comida.
Ni bien se sentaron, parecìa como que Mauro estaba dispuesto a la "entrevista" que esperaba le hicieran ... caramba, al fin y al cabo era el ùnico que tenìa noticias frescas del "otro lado".
Cuando quiso empezar a contar, Teresa que estaba a su derecha, le tocò el hombro y le pidiò que mirara detràs de èl ... estaba sentado de espaldas a una baranda de material blanco torneado (no pude saber si granito o blanda nube).
Mirò hacia abajo, sonriò y entendiò por què no le preguntaban nada.
Es que desde ahì se veìa todo ... Dorila, el Cachiyuyo, Pico, Ballester, los hijos, los nietos, los amigos ... todo.
Què bueno que la "comida" no fuera comida, que no hicieron falta las manos para tomar cubiertos, porque Beba no le soltò ni un momento el brazo.
La mesa era enorme, ahì estaban los Gonzàlez, los Appendino, los Robilotta ... en fin, casi no alcancè a ver a todos. Tambièn algunos "amigos inolvidables" de papi y Rina. Entre otros con esa sobriedad y elegancia tan particular, Elena Bergman, con cara de recièn llegada.
Fuè lindo "colarme" un ratito por ahì. Entendì que nadie "se muere", que en realidad estamos "muertos" de este lado.
Llegar ahì, eso sì que es Vida.
Par festejar pusieron la mesa, y la "comida" fuè tomarse de las manos con mucha suavidad ... cerrar los ojos ... y disfrutar de una especie de "corriente comùn" que los hizo transparentes y luminosos ... se veìa tanta luz ....!!!!!!! Se oìa como en bambalinas un coro muy especial, al no puedo describir ... ni escribir ni ejecutar esa mùsica.
Me di cuenta que "EL ALIMENTO" era puro amor compartido. Entendì eso de que en el Cielo no hay hambre, ni sed, ni frìo, ni calor ... pude ver que tampoco hay miedo, ni angustia, ni depresiòn, ni preocupaciones.
Al ver ahì a papi, a Rina, a la Mare, a la abuela Rosa ... entendì tambièn que para disfrutar de tanta Paz, antes hay que vivir de este lado, hacer lo que honestamente uno crea correcto ... equivocarse quizà... acertar algunas veces ... pagar las cuentas pendientes por los errores cometidos y, entonces, un dìa EL PADRE les harà un guiño a ellos y correràn apurados a la punta del puente, porque tambièn yo serè parte de esa fiesta.
Espero ese dìa con calma ... sobre todo, despuès de haber "visto" lo que acabo de contar.


sábado, 7 de noviembre de 2009

Primera visita familiar en Mèxico ... !!!! (año 2003)

ACAPULCO .... Viernes 31 de octubre de 2003

Acapulco ... entrada la noche ... parada en el balcòn del cuarto del Hotel Elcano.
La bahìa tiene al medio una "calzada de plata" que la luna le dibuja. Y una enorme falda de mil lentejuelas multicolores la rodea y la viste de Halloween.
La mùsica rìtmica la pone el mar en el incansable ir y venir de las olas.
La alegrìa de vivir viene en "envase familiar": Silvina, Christian y las nenas estàn con nosotros.
Hoy me parece obvio decirlo, pero quizà dentro de unos años, como auxilio a la memoria, sea bueno leer que esta es la primera visita que recibimos de la lejana Argentina.
Llegaron el sàbado a las 11:00 de la noche. Como estampillas, no nos hemos despegado ni un minuto. Y es casi literal esto, porque hasta dormimos "las 3 juntas", en la sala del bungalito en una cama armada con dos colchones que, sumados, dan 2 x 2 metros ... casi una plaza de pueblo.
Acà en Acapulco, en la misma habitaciòn, que tiene 2 enormes camas dobles.
Cloè es una señorita total de afuera: su cuerpo, su altura ... el nùmero de calzado. De adentro, una dulce nenita, sensible, atenta a los detalles, jugando y peleando un poco con su hermana ... una dulce niña que nos hace ver que "nos estamos poniendo viejos".
Nicole, un personaje. Cuando abre esos ojazos azules parece que el mundo todo se ilumina. Le encanta tomar riesgos: en el mar, en la "alberca", en todos lados. Le fascina comprar de todo. Y nos sorprende con los comentarios y razonamientos "adultos" que hace de algunas conversaciones nuestras.

Cuernavaca, sàbado 8 de noviembre de 2003

"Nunca llegaron ... nunca estuvieron ... nunca se fueron". Esta muletilla la vengo repitiendo (o escuchando dentro mìo) , desde las 3:00 de la mañana, de un modo involuntario (o al menos inconciente). Quizà sea un mecanismo de defensa emocional que se disparò espontàneamente, y que me proteje del vacìo que quedò a partir que cerramos el portòn y desandamos el camino al bungalito. Y de nuevo fuimos sòlo dos ... o mejor dicho: los dos solos.
Nos tomamos dos pasionarias cada uno, nos abrazamos y nos prestamos mutuamente el hombro para esconder las làgrimas ... prendimos la tele, y, sin palabras, nos prometimos no entristecer al otro.
Antes de las 8:00 ya estàbamos en pie y, acompañados por un mate itinerante, empezamos a "desarmar el campamento".
Debajo de una frazada, apareciò un globo naranja que le regalaron a Nicole en Acapulco. Tenìa una carita dibujada con birome. Ella se la debe haber pintado. Me neguè a guardarlo. Sigo escuchàndola: "abu ... abu". Cloè me enamora ... Nicole me desvela.
A las 12:00 habìamos terminado de ordenar y limpiar, y ya llevaba tres maquinadas tendidas. Todo el dìa, por la libertad del Espìritu, los acompañè en el vuelo, hasta hace una hora (acà son las 18:30) en que calculo aterrizaban en Bs. As.
A lo mejor en un ratito suene el celular, avisando que ya estàn en su casa ... digo, no sè si llamaràn.
Fueron 13 dìas tan lindos ....!!! Fuimos a Taxco ... a las Grutas de Cacahuamilpa ... a Xochicalco ... al lago de Tequesquitengo. Inolvidables dìas en Acapulco, con esa "alberca" que parecìa calentada a gas ... esas "mañanitas" que me cantaron el dìa de mi cumpleanos, estando todavìa en la cama.
Unos dìas despuès, ese paseo por los canales de Xochimilco, y el mariachi a $ 70,00 pesos por canciòn ... jaja.
El jueves llegamos a los pies del Popo ... imponente, hermoso, apenitas pitando a mitad de la tarde.
Hicimos unos cuàntos km todos juntos. Muchos de ellos con Nicole en la falda, quejàndose de algùn dolor màs inventado que real, buscando hacerse la gata. Anoche se durmiò en mis brazos, miranto tele en la cama de Oscar, que la acostò con èl a modo de despedida.
Las 2:00 de la mañana llegaron muy ràpido. En la cama del suelo, Silvina suspiraba de vez en cuando, creo que no durmiò demasiado.
La partida parecìa una sentencia, y se cumpliò todo ràpidamente. La despedida fuè breve, casi sin palabras. La noche estaba fresca y callada.
Allà arriba, las Tres Marìas aseguraban que el mismo Cielo nos cubre ... aunque 9.000 km nos separan.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Genes recesivos de inmigrantes, laten en mis venas

Viernes 18 de julio de 2003

Esto lo escribì en el bungalito de Las Palmas, una tarde de verano, regresando de un dìa de trabajo.

"Me pregunto si la memoria celular o el efecto de genes recesivos con una pizca de espìritu migratorio, no tendràn su influencia en mi vida.
A principios del siglo pasado, subìan a los barcos en el puerto de Gènova, miles de "tanos" de pos-guerra, en busca de un sueño: HACER LA AMÈRICA Y VOLVER ...
Entre ellos, una muchacha de 20 años, flacucha, de ojos tan celestes como el cielo, con una nenita de 3 meses en brazos, subiò detràs de un muchachote de treinta y tantos, que la trajo a una tierra que èl ya conocìa.
Asì llegaron la Mare (mi abuelita), el Pare (mi abuelito) y Rina (mi mamà). Nunca "hicieron la Amèrica" ... nunca volvieron ...
Ochenta años despuès, ya en aviòn y a 900 km por hora, tambièn yo salì detràs de un hombre con muchos sueños, rumbo a un paìs desconocido que nos abrìa los brazos y nos llenaba de esperanzas: Mèxico.
Ya no hablamos de "hacer la Amèrica"; ahora queremos "hacer la diferencia ... y volver". ¿La haremos ...? ¿volveremos ...? quì lo sà ...?
Esos gringos cargaron el talego al hombro y salieron a sembrar maìz al voleo. Y vivieron de la siembra y la cosecha, y de lo que, con sus manos plantaron, criaron, moldearon.
Nunca supe si mi abuelo estuvo frustrado por no hacer dinero, o se sintiò triste por no volver nunca a Italia.
Supongo que mi abuelita debe haber sufrido mucho la distancia, la falta de las comodidades que tenìa en su lejana Carmagnola ... la lejanìa de toda su familia.
Recuerdo con cuànta ansiedad, alegrìa y fruiciòn, abrìa y leìa las cartas que llegaban cada cinco o seis meses. Y ni què decir cuando adentro venìa una foto. Y nunca volviò. Nunca antes, como ahora, la entiendo tanto.
Salvando las distancias, las circunstancias , y todos los avances que suponen estos 80 años, yo siento que estoy repitiendo la historia.
Una Argentina devastada, no por guerras, sino por gobiernos corruptos, vacìa de oportunidades para "quebrados" de màs de 50 años, nos "empuja" a buscar otros horizontes.
Siento que cada mañana cargo un talego, que hoy tiene forma de maletìn con varios cierres. Adentro hay semillas con forma de folletos y pastas dentales, que, una a una voy sembrando en la mente, oìdos y conciencia de cuanta persona acceda a escuchar.
Y siento que voy sembrando, una a una, las semillas de la "diferencia" soñada Y con eso, voy acunando el sueño de "volver".
Y cuando màs grande es el sueño, màs liviano es el talego. Porque camino muchas horas y muchas cuadras en una ciudad que, comparada con mi Pico natal, es enorme, està llena de gente, de autos, de ruidos ... Pero cuando camino de un cliente a otro, pienso en còmo seràn mis dìas cuando VOLVER sea una realidad."

lunes, 2 de noviembre de 2009

Para PAPI ... mi papà, el dìa 11 de octubre del 2007

Papi ... a 20 años de tu “partida”


A riesgo de caer en citas comunes: “parece mentira” que ya hayan pasado 20 años. En nùmeros son muchos, pero en sensaciòn no parecen tantos. Es que, como dijo hoy Diana, estàn tan frescos los recuerdos, que no parecen 20 años.

Recièn, caminando “cuesta arriba” por las callecitas empedradas de Santa Marìa, pensaba en esto de “fallecer”, “morir”, “dejar de existir”, y ninguna de las definiciones, por llamarlas de alguna manera, se me hacìa aplicable a la “partida” de papi.

Una persona como èl no muere nunca, no deja de existir nunca. La memoria de quienes lo amamos, lo disfrutamos, lo conocimos, no lo dejan “dejar de existir”.

Èl siempre existirà en el recuerdo y en las vivencias diarias mìas , por ejemplo. Y eso lo transmitì a mis hijas y ellas a sus hijos. Y eso serà asì siempre. Y generaciones sabràn quièn era “papi”, “don Carmen”, o còmo mejor prefieran nombrarlo.

Un hombre ejemplar en muchos sentidos, por no decir en todos y entonces ganarme la benèvola sorna de Juanca. Un padre de esos a los que habrìa que sacarle fotocopias. Un marido del que, aunque no me toque a mì catalogar, puedo dar fe de su paciencia, de su respeto por la familia. Un hombre comùn, con los mismos o màs problemas que muchos de sus contemporàneos, que tenìa la capacidad de dejarlos en la puerta de la casa cada noche al llegar. Al menos nosotros, sus hijos, nunca nos dàbamos cuenta de cuànto le pesaban. No mientras fuimos chicos, y eso se lo agradezco hasta el dìa de hoy.

Un tipo comprometido y congruente con sus valores y sus principios. De èl aprendì que “lo que no es tuyo, no es tuyo, asì de simple” ... “que siempre hay algo para dar al que màs lo necesite” ... “que cuando des, no hieras la dignidad del otro” ...”que el que grita, es porque se le han acabado los argumentos” ...”que la gente siempre tiene una razòn para reaccionar como lo hace, y hay que comprenderla” ...”que las instituciones intermedias de un pueblo necesitan del compromiso de sus habitantes, pero no son trampolines polìticos de nadie” ...”que el que afloja pierde y no hay mal que dure 100 años” ... y tantas, tantas otras cosas.

Creo que nacì antiperonista e hincha de Ferro porque me lo transmitiò celularmente. Y lo serè hasta la muerte. Y no en homenaje a èl, sino porque me circula en las venas.

Recuerdo su cara, las arrugas de su frente, su pelo peinado con “gomina”, el surco que le habìan marcado las patillas de los anteojos. Lo recuerdo con su pañuelo al cuello, su camisa clara de mangas cortas, el pantalòn a la cintura y un cinto marcando el ecuador de su barriga. Sus zapatos Guante, color negro, y su aroma a Old Spice.

Recuerdo las mañanas de domingo metidas Susana y yo en “la cama grande”, escuchando el cuento de Juancito el Zorro, o leyèndonos los cuentos de Vigil, de ese libro de tapas enteladas color marròn, que sòlo èl podìa tocar. Mami cebando mate y nosotros queriendo que la mañana se haga eterna debajo de las sàbanas calentitas.
Recuerdo las idas al “campo” los domingos, llevando merengues o un postre que a la Mare le gustaba. Recuerdo los partidos de Ferro, los domingos a la tarde. Especialmente en el invierno, mamà tejiendo arriba del auto y yo junto a èl, detràs de la baranda, gritando cuando èl gritaba, callando cuando èl callaba.

Recuerdo las kermeses de los Italianos, cuando compraba toda la serie de la rifa de una caja de bombones Saint. Sus llegadas en el tren de la mañana temprano de un dìa cualquiera, procedente de Buenos Aires, trayendo una caja de bombones de regalo, que mi mamà cuidaba “para que duraran”. Todos envueltos en papeles de colores. Sabor intrasferible de rellenos de turròn, de frutilla, de dulce de leche ...

Recuerdo cuando me enseñaba a jugar al ajedrez y a tomar un sorbito de whisky que tanto le gustaba.

Recuerdo el tìpico olor de sus habanos, fumados lentamente, saboreados y hasta como con un mimo agradecido por dejarse degustar.

Lo recuerdo presidente de Ferro, vocal de la cooperadora policial, director del Banco de la Pampa, intendente, presidente de Cicar ... lo recuerdo activo, participativo, caritativo. Se que mucha gente disfrutò de de èl, de su trabajo de su cooperaciòn, de su amistad.

Pero presumo, papi, de que nadie, nadie, te disfrutò tanto como yo. Te admirè, te amè, te imitè como nadie lo puede imaginar. Te admiro, te amo y te sigo imitando ... por eso no puedo aplicar lo de “dejò de existir” porque eso no sucederà mientras vivas en mi memoria y me ocupè hasta hoy y me ocuparè hasta “mi partida”, de dejar impresa en la memoria de tus descendientes, que fuiste y seràs siempre ALGUIEN ESPECIAL.

Ahora que me toca estar lejos por un tiempo de ese General Pico por cuyo crecimiento y desarrollo luchaste tanto y tan desinteresadamente, se me ocurre reclamar una calle que lleve tu nombre. Bien merecido lo tenès. Pero me da miedo de que tengas que compartir alguna esquina con alguno de esos nombres que no pueden ni rozar el tuyo. De todos modos, creo que te lo mereces y espero no morir antes de ver una calle con tu nombre, haciendo esquina con el nombre de muchos de tus contemporàneos ... esos que compartieron tus sueños, tus luchas, tus ideales.

Se que estàs acà, leyendo esto en mi mente antes de que pueda ponerlo en palabras escritas. Se que no estoy loca cuando “te huelo” en ese fuerte olor a habano que nos invade màs de una vez a Oscar y a mi, y nos miramos y los ojos se nos humedecen ... y no hay palabras, sòlo una comuniòn indescriptible que se hace posible porque nunca, nunca nunca, “dejaràs de existir”

sábado, 31 de octubre de 2009

Halloween "gringo-mexicano"

Los mexicanos dicen de ellos mismos: "Pobre Mèxico, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos". Un Estados Unidos que hasta una muralla ha levantado en la frontera para impedirles entrar.
Asì y todo, hoy dìa, los apellidos Garcìa, Rodrìguez, Rosales ..., son los màs populares por aquellas tierras gringas.
Todo este preàmbulo para contar còmo, a pesar de todo, influyen las costumbres gringas en este "Mèxico lindo y querido".
Es 31 de octubre y todo se viste de naranja y negro. Es màs, ya lleva màs de un mes invadiendo el paisaje de tiendas y supermercados.
Es la noche de Halloween, y los niños mexicanos se disfrazan con caretas que "dan miedo" (si es que son de familias pudientes) ... o se dejan su propia carita (si son hijos de familias pobres), y salen despuès de las 7:00 de la tarde, cuando ya es noche, con una calaverita o una calabazita color naranja de plàstico, en busca de dulces casa por casa.
Y siguen tambièn los dos dìas siguientes: 1 y 2 de noviembre , ya entrada la noche.
Es asì que se escucha por las calles, la tìpica canciòn:
" ... la calavera tiene hambre ... no hay un huesito por àhi ...? No se lo coman todo, dejennos la mitad. Taco con chile, taco con sal, no nos vamos si no nos dan ..."
Y entonces tocan timbre o campana o lo que sea, a la puerta de las casas y la gente sale con dulces y se los regala.
A casa llegò una tropilla como de 15, entre chicos y no tan chicos (las mamàs los acompañan) y cantaron la consabida canciòn. Ya los estàbamos esperando y salimos a la puerta a disfrutar de su inocencia.
Y ahì estaban, niños y niñas de entre 4 y 10 años màs o menos. Todos morenitos, todos de pueblo. No traìan calabaza. Cuando amagamos con los dulces, sacò cada quièn su humilde bolsita de nylon. Cada una con la inscripciòn correspondiente al lugar donde compran su "despensa" semanal.
Nos diò mucha ternura y les pedimos que cantaran de nuevo. Como premio a que ya tenìan seguros los dulces, nos regalaron la parte que faltaba:
"... ahì viene la Chilindrina, pidiendo su mandarina ... ahì viene el Chavo del Ocho, pidiento su bizcocho ... ahì viene "Ron" Ramòn tejiendo su calzòn ...!!!!!!!!!
Les dimos abundantes dulces a chicos y grandes, y los vimos partir contentos cuesta arriba por el cerro, en busca de la pròxima casa.
Y nos quedamos miràndonos, sonriendo, atesorando un nuevo asombro, una nueva experiencia para guardar, para recordar, para disfrutar .
Y me quedè esperando que el pròximo año, sòlo escuche en el recuerdo de mi corazòn esas vocecitas ... porque quisiera ya estar para entonces de regreso en Argentina ... adònde, espero, esta comtumbre gringa no llegue. Y no por los dulces, o por los niños cantando en nuestra puerta, sino, porque cuando menos nos contagien de este folklore pagano y de plàstico, mucho mejor.

miércoles, 28 de octubre de 2009

"La vida me compensa"

Escrito el dìa viernes 2 de agosto de 2002
Era la hora de la siesta ... un dìa caluroso de verano en Cuernavaca ... tuve una especie de visualizaciòn con los ojos abiertos.

"Recièn llego de la calle. Comprè el diario y me crucè al Paseo de enfrente a tomar un cafè. disfrutè mucho de esto. Sigo "dejàndome amar", como dice el libro que me regalò Marcela Gadea.
Estoy pensando en esa descripciòn mìa de unas pàginas atràs, cuando la depresiòn era tan grande, que me veìa sentada en un presente finito y largo, apresada por un pasado que me miraba detràs de un vidrio fijo, y un futuro impredecible detràs de un portòn metàlico.
Tengo una especie de visiòn actual muy distinta:
Ahora me veo parada sobre una plataforma de ladrillos rùsticos, con un techo de tejas rojas a dos aguas, asentado sobre cuatro pilares. Parado al lado mìo està Oscar muy sonriente.
El pasado son caras de las personas queridas que se asoman detràs de àrboles enormes, de troncos robustos, y con follaje verde oscuro ... Todos sonrìen entre divertidos y contentos al ver mi expresiòn de asombro y placer. Todos ellos a mi espalda.
Al frente, en un àngulo de 180º, un campo enorme, verde claro, con plantas que me llegan a las rodillas. Hay varios caminitos como de un metro de ancho por donde vienen corriendo Nicole y Cloè, seguidas de Silvina ... Paulina, tambaleante todavìa y Carina haciendo abanico con las brazos ... Valentino, màs seguro y Soledad atràs. Todos por caminitos distintos. Verònica mira de lejos a todos, con una sonrisa en los labios.
El Negri me guiña un ojo al borde de este verde inmenso. La Buely està en el pasado.
Me siento serena, en paz, felìz, todo està bien.
No me cuestiono, ni trato de explicarme todo lo que estoy viviendo. sòlo lo disfruto como un regalo.
Como que "la vida me compensa", como hoy me dijo Silvina en el chat.

martes, 27 de octubre de 2009

El idilio de los volcanes

Todos los mexicanos los conocen. Estàn uno junto al otro. Desde mi casa vemos al Popo (asì lo llaman todos, de "cariño"). Hay una linda leyenda en torno a ellos. A los pies del Popo (El), la "mujer dormida" duerme su sueño infinito. A nosotros nos despiertan algo muy especial ... una cosa como màgica.
Estando papà en el hospital, un grupo de voluntarias ofrecìan entretenimientos y libros a los pacientes. Pasaron estando yo ahì, y elegì quedarme con un libro de poemas mexicanos publicados hace màs de 45 años. Valiò la pena. De ahì saquè este relato poètico del "idilio" de El y Ella:

El Ixtacìhuatl traza la figura yacente
de una mujer dormida bajo el sol.
El Popocateptl flamea en los siglos
como una apocalìptica visiòn;
y esdos dos volcanes solemnes
tienen una historia de amor,
digna de ser cantada en las compilaciones
de una extraordinaria canciòn

Ixtacìhuatl -hace ya miles de años-
fuè la princesa màs parecida a una flor,
que en la tribu de los viejos caciques
del màs gentil capitàn se enamorò.
El padre augustamente abriò los labios
y dìjole al capitàn seductor
que si tornaba un dìa con la cabeza
del cacique enemigo clavada en su lanzòn,
encontrarìa preparados, a un tiempo mismo,
el festìn de su triunfo y el lecho de su amor.

Y Popocatèpetl fuese a la guerra
con esta esperanza en el corazòn.
Domò las rebeldìas de las selvas obstinadas,
el motìn de los riscos contra su paso vencedor,
la osadìa despeñada de los torrentes,
la acechanza de los pantanos en traiciòn;
y contra cientos de cientos de soldados,
por años de años gallardamente combatiò.

Al fin tornò a la tribu, y la cabeza
del cacique enemigo sangraba en su lanzòn.
Hallò el festìn del triunfo preparado,
pero no asì el lecho de su amor;
en vez del lecho encontrò el tùmulo
en que su novia, dormida bajo el sol,
esperaba en su frente el beso pòsumo
de la boca que nunca en su vida la besò.

Y Popocateptl quebrò en sus rodillas
el haz de flechas, y, en una sola voz,
conjurò las sombras de sus antepasados
contra las crueldades de su imposble Dios.
Era la vida suya, muy suya,
porque contra la muerte la ganò:
tenìa el triunfo, la riqueza, el poderìo
pero no tenìa el amor ...

Entonces hizo que veinte mil esclavos
alzaran un gran tùmulo ante el sol:
amontonò diez cumbres
en una escalinata como alucinaciòn;
tomò en sus brazos a la mujer amada,
y èl mismo sobre el tùmulo la colocò;
luego, encendiò una antorcha, y, para siempre
quedòse en pie alumbrando el sarcòfago de su amor.

Duerme en paz, Ixtacìhuatl: nunca los tiempos
borraràn los perfiles de tu casta expresiòn.
Vela en paz, Popocatèptl: nunca los huracanes
apagaràn tu antorcha, eterna como el amor.

(Josè Santos Chocano)

domingo, 25 de octubre de 2009

Tres dias despuès, instalando el cuerpo y la mente en Cuernavaca

... recièn al dìa siguiente pude seguir escribiendo ...


Està claro que ayer no pude seguir. LLorè un buen rato. No se ponìan de acuerdo la razòn y el corazòn.
Despuès mirè la llegada del Papa a Mèxico. Hoy disfrutè de ver la canonizaciòn de Juan Diego, el "indito" que tuvo el privilegio de "platicar" con la Dulce Morena del Tepeyac. Transmitieron directamente desde la Basìlica. Se me puso la "piel chinita" al ver la danza de los indìgenas en medio del Templo.
Acà la vida es distinta en todo: ... el tonito de la gente al hablar (que creo se me pegarà en poco tiempo) ... los olores ... la topografìa del terreno ... las plantas ... el piar de los pàjaros ... las marcas en el sùper ... las frutas ... en fin, todo es diferente.
Ya estamos instalados en el "bulìn". Son dos camas de cemento ubicadas en L en un cuarto con una ventana amplia sin persianas, un baño muy rùstico revestido de "talavera", dos placares funcionales desarmables con cierre, uno para cada uno. En el mìo, acomodè mi ropa y mis sueños. Es lo que traje ... dos valijas bastaron para la ropa ... el corazòn pudo con los sueños.
Desde la mesa de luz, tambièn de cemento, me miran todos los que se quedaron y quiero tanto. En lugar destacado: Nicole, Cloè y Valentino.
La gente es muy amable, muy educada. Conocì al jardinero de Lourdes y a la "nana" de Pablito. Èl se llama Gerardo, ella se llama Benita: un amor de indìgenas. Son la dulzura y la amabilidad caminando.
Me gusta el modo de comer que vamos adoptando. Amanecemos temprano, antes de las 7:00, tomamos mate y despuès desayunamos fruta, almendras y cafè cortado con tostadas y mermelada. El almuerzo es tarde, no antes de las 3:00 de la tarde. Acà no se usa pan, se usan "tortillas" (difìcil explicar a un argentino què es eso). En realidad, se come poquito y ligth cada tres horas.
Esta mañana leì un mail que me hizo Silvina donde me contaba que Juanca se quebrò en Ezeiza despuès de la despedida. Me di cuenta que iba a ser difìcil para los dos cuando nos abrazamos en la puerta de pre-embarque. Lo voy a extrañar mucho, porque aunque tenemos Internet, por ahì no se puede tomar mate con facturas de la "Dulce Esquina", o con tortas negras de Calzada.
Por un tiempo harè de cuenta que estamos de vacaciones, y que pronto volverè a casa. Es un poco complicado estar en casa ajena. Espero que encontremos un lugarcito habitable, porque lo que se ve de afuera, no es nada atrayente.
Esta ciudad es enigmàtica, porque todas las casas estàn escondidas detràs de muros enorems de piedras y de imponentes portones metàlicos, o, en el mejor de los casos, de pesada madera tallada.
Es que no puedo sacarme el molde argentino.

jueves, 22 de octubre de 2009

La llegada a Cuernavaca ... hace màs de 7 años ... !!!

Aunque esto parezca un revoltijo, hoy voy a subir al blog lo que escribì el martes 30 de julio de 2002.

Estoy en Cuernavaca, Mèxico, y aùn no lo puedo creer.
En estos tres años pasaron muchas cosas. Algunas lindas, otras feas. Las unas y las otras estàn en mi mente. El Buen Dios, como siempre lo ha hecho, se encargarà de que yo recuerde lo que me sirve, lo demàs, de a poco lo irè olvidando.
Hace casi dos dìas que lleguè acà. Todo es tan distinto, todavìa estoy como en el aire. No lo puedo explicar, es como tener los pies a unos centìmetros del suelo.
Al fin de 2001, se me ocurre pedirle a Lourdes que si aquì hay algo que seamos capaces de hacer, nos lo diga.
El 6 de febrero le ofrece venir a Oscar a trabajar con ella.
El 7 de abril se viene Oscar. El 19 de mayo me propone venirme con èl. Lo pensè 15 minutos y dije si. Desde ese momento pensè y organicè en mi mente, todo lo que tenìa que hacer para arreglar mis cosas.
Se lo dije a las nenas ... vendì el auto ... saquè el pasaporte ... alquilè la casa ... comprè los pasajes ... pedì 6 meses de licencia (por las dudas) .... decidì què y a quièn le dejaba los muebles.
Dejè de trabajar el 14 de junio. Me fuì a Trelew y disfrutè de Carina (su cumpleaños de por medio) y de Paulina (9 meses tenìa) un montòn, sin pensar en volver a trabajar al locutorio.
Me fuì a Buenos Aires el 29 de junio. Ahì estuve a full con Cloè y Nicole, con Silvina ... con Verònica ... con los parientes todos.
Oscar llegò el 4 de julio. Recièn cuando lo vì en Ezeiza, supe cuàntas ganas tenìa de verlo. Hubiese querido estar sola. Estaba muy delgado (15 kg menos).
Por 4 ò 5 dìas, no querìa otra cosa que estar con èl. Las noches ... la cama, todo era poco. Despuès me calmè (por suerte para èl ...)
El 9 de julio llegamos a Pico. Era raro estar juntos de nuevo, sin rutinas, sin ir a trabajar. Ya no tenìamos el auto, de modo que Soledad nos dejò el de ella. Yo no paraba de preguntar cosas, hasta las màs chiquitas. Me intrigaba lo que me esperaba acà.
El 17 de julio llegaron Carina, Silvina, Cloè, Nicole y Paulina. Estàbamos mentalmente preparados para disfrutar mucho de ellas. Y asì fuè. El 20 llegò Verònica.
Ese dìa era el cumplaños de Valentino. Su primer añito. Estaba hermoso, tan simpàtico, tan sociable. Se largò a caminar, se soltò del tobogàn y saliò cortando campo. Este es otro de los detalles que ha tenido el Señor conmigo. Confieso que Valentino es la personita que màs me costò dejar. Es que desde que naciò, lo vi casi todos los dìas, lo cuidè un par de meses de chiquito (hasta que Sole dejò de trabajar en la oficina) y despuès tuvimos una relaciòn muy parecida a la que tuve con Nicole de bebè. Esos bebotes muy pegotones, muy franeleros. Tambièn llorè mucho por ella cuando se fuè a Buenos Aires, a los 8 meses.
¡Los quiero tanto a los cuatro ....!!! ...¡¡¡ Còmo quisiera verlos ahora mismo ... !!!! Pero hoy por hoy, Valentino me duele en todo el cuerpo ......

lunes, 19 de octubre de 2009

Del cardiològico a casa de nuevo ...

Despuès de 50 dìas, si contamos desde que todo comenzò (31 de agosto) al dìa de hoy, estamos de regreso en casa. Y còmo lo estamos disfrutando. Llegamos a las 6:20, nos trajo Alfonso ... un amigazo.
Punto uno: tomar mate con un muffins que le habìa comprado a papà esta mañana temprano en el DF, porque ya habìa "decretado" en mi mente, que le daban el alta. Y asì fuè.
Despuès de 6 horas de tràmites y de esperas, salimos de ahì.
Hay mucho para contar de esta experiencia agridulce. Porque hay que admitir que tuvo de todo, pero sobre todo, un master en aprendizaje de vida.
De todo uno aprende. De esto tambièn aprendimos. Asì, en plural y cada uno en singular.
Yo aprendì desde lo màs sencillo, que es còmo estar una semana con la misma ropa puesta y cuidando dos carefree cubrièndolos con papel ... hasta lo màs complicado: convivir con el propio dolor y con el dolor de tanta gente que conocì.
Cuando me tocaron "las verdes" de la angustia, siempre tuve un hombro donde recostar la cabeza, o una oreja que me escuchara ... eso fuè lo positivo: comprobar que la solidaridad, el cariño, la calidez, habita abundantemente al ser humano, gracias a Dios.
Cuando tuve que ayudar a otros a soportar su dolor, dentro de lo posible, ahì estuve. Y eso me hizo ver que a nosotros no nos pasaba nada.
Hoy, antes de salir, cuando estaba esperando que el mèdico viera a papà para darle su indicaciòn de medicamentos (para lo que se tardò màs de 2 horas en llegar), subì al 5to. piso, porque mi amiga Carmen, la mamà de la nena que me adjudicò como nieta, sòlo porque la acompañè durante el tiempo de la cirugìa, no habìa estado en el albergue desde la mañana y ya me estaba procupando.
El 5to. piso, es el piso de cirugìa y de Terapia Intensiva. Preguntè por la nena y la mamà ... "la niña acaba de fallecer, y la madre està en esta salita ... pase Sra. ...".Dios mìo ....!!! Què decirle a una mamà en ese momento: NADA. Sòlo abrazarla y llorar con ella.
Vino un mèdico a ver si nos podìa ayudar en algo y le preguntè si podìa ver a la nena. El mèdico preguntò què era yo de la niña: "su abuelita", dijo Carmencita en un hilo de voz ... Y allà fuimos las dos a ver a su niña. La acompañè un buen rato, le prometì que la llamarìa (y por Dios que lo harè) ... quedò con uno de sus hermanos que recièn habìa llegado a ayudarla con los tràmites del "obituario".
Salì de ahì, me sonè los mocos, me sequè las làgrimas, me pintè una enorme sonrisa en la cara y volvì al cuarto de papà, celebrando la Vida que nos permite seguir juntos y felices, contando los dìas que faltan para el 14 de diciembre y poder partir a ver a todos.
Dios es grande e, insisto, nos tiene en la palma de Su Mano.

miércoles, 14 de octubre de 2009

La sùper mujer ... ???

Jueves 8 de octubre 2009, en el Albergue, despuès de un dìa "pesadito"

Me he ido un ratito a descansar de estar tensa;
casi a propòsito la he dejado sola
para que se diera permiso de drenar por los ojos su tanque de làgrimas.
Y drenò tranquila ... mansa ... sinceramente.
En la cama 336, su mejor tesoro, drena de su herida los humores feos ...
En la sala del Albergue, los ojos de ella drenan dolores densos ...
angustias de estos dìas de espera ...
noticias que le dolieron mucho ...
soledades profundas en noches sin sueño.
Sus ojos drenan por fin, el miedo que controlò todo este tiempo;
y se siente aliviada, y se siente serena.
Sus ojos la ayudaron a drenar, tambièn humores feos
de una herida invisible que en su alma lleva.

Ya la veo calmada, ya puedo volver e instalarme de nuevo.

Ya lleguè, y estoy aquì con chaleco antibalas
a poner de nuevo el pecho a "lo que se ofrezca".
No soy, como creen mis hijas, la sùper mujer.
Soy, sencillamente, la madre ... la esposa ... la amiga, la hermana
que en estos dìas vive algo no esperado, impensado, no deseado,
con la seguridad absoluta de que puede enfrentarlo
y que pronto, muy pronto, hasta sonreirà al contarlo.

Siento que Dios me tiene en la palma de Su Mano



viernes, 9 de octubre de 2009

Las manos de papà ...

Miraba sus manos pàlidas ... las miraba ...
Tomè entre las mìas su mano derecha y empecè a acariciarla ... èl se dejaba.
Perdì la mirada en sus manos y mi mente se sumiò en un pensamiento largo ...
Esas manos suyas ... que durante tantos años me acariciaron.
Esas manos suyas ... que recorrieron todos los rincones de mi cuerpo jòven...
de mi cuerpo blando ... de mi cuerpo enfermo y de mi cuerpo sano.
Esas manos suyas que recibieron hijos ... alzaron nietos ... recogieron flores ...
Esas manos que trabajaron tanto ... !!!
Nunca las habìa mirado ....
Ayer, jueves, cuando la tardecita colaba el ocaso por la ventana,
parada yo al lado de su cama,acariciè sus manos,
y traje mil recuerdos a ese cuarto
y di gracias a Dios por esas manos pàlidas ...
porque sè que pronto estaràn de nuevo listas para acariciar mi cara,
levantar nietos ... abrazar amigos ... y alzar una copa de vino tinto
para celebrar por muchos ... muchos años màs, de vida juntos.

domingo, 27 de septiembre de 2009

17 de octubre de 1999. Dia de la Madre

Cinco minutos antes de despertar, soñè con mamà... ¡Fuè tan ella ...!!! La vi limpiando un piso que momentos antes, habìa lavado papà ... advirtiò que no estaba bien lavado.
El contenido del sueño no tiene importancia. El detalle fuè soñarla hoy, justo antes de empezar el dìa.
Y el otro detalle, es que Mary y Nèstor (los dueños del locutorio), me hicieron el primer regalito del dìa, un pequeño y bonito angel de la guarda.
Lo puse sobre mi mesa de luz, y cada noche rezarè como me enseñò mi abuelita: "angel de la guarda, dulce compañìa, no me dejes sola, ni de noche ni de dìa" ... y me harè como niña para que me lleve al Señor , y me dejarè mirar y sanar por Èl.
Y cada mañana le pedirè que se meta en mi huesito de la muñeca izquierda (como tambièn me dijo mi abuelita) y se venga conmigo adonde vaya.

Antes de levantarme puse mis manos sobre mi panza, esta panza fea y estirada que hoy, a mis casi 52 años luzco. Y me diò orgullo de ella, porque fue nido por cuatro veces ... y recordè mis cuatro embarazos ... y recordè que las ya hoy cuatro mujeres, fueron embriones, fetos y recièn nacidas.
Puse tambièn mis manos en el corazòn, nido genètico de mi Negrito.
Y por largo rato me sentì joven.
A medida que cada uno me dijo "feliz dia", y los vi grandes ... y los escuchè lejos, me sentì "mamà vieja".
Almorzamos en lo de Soledad. Estaban ella, Carina y el Negri. Verònica y Silvina llamaron por telèfono. Mi intelecto entendiò, (como corresponde), que no podìan venir. Pero mi corazòn, que a veces no entiende razones, pataleò, llorò y se tirò al suelo. Pero nadie lo sabe,ni ellas. Porque no se los dije "para no preocuparlas".
Y ahora que lo pienso ... eso mismo les pasarìa a ellas, cuando me esperaban todo un dìa, y me extrañaban, y yo llegaba tarde y cansada. Y ni siquiera me contaban sus cosas "para no preocuparme".
¿Cuànta "terapia" me llevarà sanar el tiempo perdido?

sábado, 26 de septiembre de 2009

el diario de Ana en Mèxico

De este modo, empiezo lo que, algùn dìa quizà, pueda ser mi libro soñado: el diario de Ana (en Mèxico). Si no se da, al menos me doy el gusto de escribirlo aquì. En realidad, ya lo tengo escrito en varios cuadernos y en la computadora. Desde ahora en adelante, irè volcàndolo aquì, pare ir editàndolo un poco.
Que nadie que lo lea, se asuste por esta "primer entrega". Es que quiero empezar un poquito antes, para que se le encuentre sentido a lo que viene despuès. Por eso empiezo por algo que escribì en mayo de 1999. Lo leo ahora y me parece increìble ... despuès de todo lo bueno que comenzò a pasar en el 2002.

Mièrcoles 26 de mayo de 1999

No puedo màs ...!!! Y no puedo ni quiero, decìrselo a nadie. Estoy en el locutorio, son las 14:53 exactamente. Es tan grande mi desazòn, mi dolor, mi angustia, mi desesperanza ...
No puedo siquiera describir exactamente lo que siento ...es como si estuviese sentada en el piso de un "presente" finito, frìo,y vacìo ... àtona ... sin fuerzas, ni de dònde sacarlas.
A mi izquierda hay una enorme ventana con un vidrio fijo, que da a un pasado iluminado, desde donde me miran cosas y personas a las que no puedo tocar ... un lugar adonde no puedo volver.
En ese lugar està mi mamà, mi papà, mi casa de la calle 15, los partidos de Ferro de los domingos, de la mano de mi papà, los 15 chicos jugando bajo el farol de la 15 y la 12 en las noches de verano.
Oscar viniendo por la 24 y mi corazòn salièndose por la boca, un ardiente e inconciente deseo de estar juntos ...
Mis hijas chiquitas me saludan con sus manitos ... sus delantales blancos que ya nadie usa... las mochilas con làpices sin punta y plasticolas a medio abrir ...
La Estaciòn de Servicio ...
Las chicas en el baile de fin de curso ... los ojazos del Negri asomàndose apenas por sobre un plato de tallarines ... los ojos de Lili, llenos de preguntas y miedos ... El Mallìn ... los primeros Retiros ...
Los 25 años de lucha diaria para "cubir el banco" ...
Mi papà en la camilla, cubierta la cara , lo que decretaba su muerte, calentito aùn y yo rezando con el boca y con el alma el Dios te salve Reina.
El angel Juancito de mamà ... el tiempo oscuro de mi fè ... la Renovaciòn Carismàtica ... el viaje a Chile ... Normy ausente por 5 años ...
Verònica en Australia ... Silvina casada ... ¡Cloè!!!!!!!! miràndome con ojos de gatito ... Soledad con Fabiàn en su casa ... Nicole en brazos, en neonatologìa y yo dicièndole "la abuelita soy yo ... la que està en la pieza es la mamà de tu papà" ...
Nuestro primer logro en Amway: 21% ... Seminario de reconocimiento en Tandil y, al dìa despuès entregando a mi mamà en brazos del Señor que vino a buscarla un domingo 13 de octubre a las 13:30 (casi ni la extrañè ... la veìa tan poco ...!!) Tambièn se fuè la tìa Pety poco antes ... justo en el ùltimo Ave Marìa del Rosario que yo rezaba sentada a su lado.
Y me veo rodar con mucha fuerza cuesta abajo: el Negri se droga ... mi suegra me mira desde su silla de ruedas ... el banco se quedo con mi casa y la de Verònica (cuànto dolor ...!!!). Rematan 30 años de mi vida màs 30 años de la de Oscar, màs la infancia, adolescencia y juventud de mis hijos ... todo esto, el dìa que bajan el martillo a la estaciòn de Servicio. Me veo con cara de duelo interminable.

Sigo sentada en el piso muy friò de mi presente finito.

A mi derecha una pared que no me deja ver el futuro. Que tampoco quiero ver. Quizà porque hoy sè que lo que ocurra tiene mucho que ver con lo que haga en el presente. Y no veo que pueda hacer gran cosa. Està tan vacìo ... lo ùnico que hay en èl es una rutina casi "aplastante": levantarme, limpiar, comer, trabajar, vender productos, cenar, acostarme ... a veces soñar (sòlo dormida) y ... otro dìa igual ...!!!
Dependiendo de un modo axfisiante del dinero que no tengo. Midiendo todo como si fuera lo ùltimo que voy a tener. Extrañando como loca a las nenas. Sangrando el alma por no poder hacer un regalito a nadie. Teniendo por primera vez en mi vida "patrones". Encontrando una pseudo seguridad en $ 220 por mes ... trabajando todos los dìas de la semana.

Al fondo, al frente de este presente friò y vaciò, hay un escenario al que me subo unas cuàntas veces al dìa y actùo de lo que los demàs quieren ver y escuchar. Y al oir los beneplàcitos y agradecimientos, masajeo este indomable ego y me creo la sùper mujer.
Cuando bajo del escenario, ya sin pùblico, me enrosco en mi silencio y mi soledad màs profunda, me meto en ese lugar absolutamente inalcanzable para todos, y me saco el disfràz, me miro al espejo y veo a la que soy verdaderamente. Y veo una mujer desconocida (de tanto actuar otra), con màs de 50 años, muchos dolores fìsicos, sìquicos, espirituales y, sobre todo y sorprendentemente nuevos y agudos dolores sentimentales.
Siento absolutamente opacados los sentimientos que durante 35 años experimentè por Oscar. Juzgo absolutamente todo lo que hace, dice, piensa. Es algo incontrolable. Siento una tremenda soledad e inseguridad a su lado.
Seguro la equivocada soy yo. Pero lo urgente no me deja ver lo importante.
Fuimos vendiendo cosas para poder "llegar". Lo ùltimo sonlas acciones del BLP, que nos auxiliaràn por 2 ò 3 meses. Nos quedan aùn unas pocas cosas de oro, con lo que llegaremos a fin de año ... y despuès que ...? ¿ ... el alma al diablo?
Ese parece mi plan, cuando no pocas veces, pienso en el modo màs barato y menos penoso de "pasar a mejor vida"

viernes, 25 de septiembre de 2009

Don Pànfilo

Viernes 25 de septiembre

Don Pànfilo ... en Argentina, decirle "pànfilo" a alguien, es como un pequeño insulto, sinònimo de tonto o algo asì.
En Mèxico, Pànfilo es un nombre (debe haberlo sido siempre, supongo).
En Argentina quizà habrà habido alguien de nombre Pànfilo que haya sido medio tonto ... bueno, no se.
A lo que iba, es a que en "el albergue", conocì a Don Pànfilo, y me quedè prendada de èl, por eso, quiero "llevarlo" en la memoria por mucho tiempo, y se me ocurre que lo mejor es "aparcarlo" en este espacio.
Don Pànfilo es un señor que podrìamos llamar "viejito" (no puedo calcular su edad), pero algo asì como unos 68 ò 70 años bien gastados. Es muy "chaparrito" (bajito) ... delgado ... de pelo cano bien cortito. Tiene unos bigotes ralitos que se convierten en una pijotera pèrgola de su boca pequeña.

Su ropa es muyyyyyyyyy usada, pero limpita y cuidada. En sus pies lleva unos guaraches gastados (sandalias) y viejos, que se las arreglan para proteger un poco sus pies. A sus pies, como alguna vez escuchè, "ni un indulto presidencial, los libera de tantos y tantos años de pesado trabajo" ... al menos, eso denuncian las grietas en sus talones y las uñas gastadas de sus dedos.
Segùn el mismo còntò, vive en un pueblo cuyo nombre no recuerdo, en medio de las sierras de Chiapas ... a 18 horas del DF (en "camiòn" (autobùs), por supuesto). Alguien se puso a buscar ese pueblo y ni siquiera figura en el mapa. Segùn Don Pànfilo "is qui ni vale la pena, m`hijo ... si somos sòlo 250 almitas por allà"
Josè Antonio es el hijo de Don Pànfilo, y estaba operado del corazòn ... "mu feo lo de m`hijo ... mu feo" ... "istà grave m`hijo ..., pero, primero Dios (si Dios quiere), si va componer pronto".
Todo el mundo mimaba a Don Pànfilo ... yo tambièn. Le dàbamos primero de comer ... le lavàbamos sus platos ... le cedìamos la silla.
Don Pànfilo se lo ganò ... se le veìan años de servicio y de trabajo. Y ahora estaba sufriendo mucho por lo de su hijo ... y tenìa tiempo todas las mañanas para colgarse una sonrisa en la cara,
antes de que Dios colgara el sol en su ventana.
Yo vi a Don Pànfilo sostener a su hijo Josè Antonio, saliendo del Hospital un dìa antes que Oscar saliera ... y me alegrè tanto ... !!!
Que Dios los bendiga, Don Pànfilo ... nunca lo olvidarè ... ni a su hijo ... Que vivan mil años en Chiapas ...

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Dios es màs grande que el Templo



A fines de abril fuimos a España. La gripe nos dejò varados en el Aeropuerto y nos regalaron 12 horas de estadìa en un hotel de Barajas, un lindo pueblito español, una especie de pequeño satèlite de Madrid.
Aprovechamos para caminar un poco y conocer los alrededores. Fuimos a una Iglesia ... entramos y al salir, desde el fondo del alma se me ocurriò escribir lo siguiente:


Era la tarde en Barajas,
caminando por sus callejas,
entrè a una Iglesia de piedra,
... estaba frìa ...
... estaba oscura ...
candada y con unas rejas.
Dios no estaba dentro...
Àvida salì a buscarlo afuera.
Y me acariciò en el viento ...
cantò para mì en ese pàjaro ...
me arropo en el sol de invierno.
Dios me mirò a los ojos
en la mirada de un viejo ...
Dios no estaba adentro ...
Dios es màs grande que el templo.

martes, 22 de septiembre de 2009

El albergue

Albergue: "lugar que alberga" (una de las acepciones). Este "albergue" al que me refiero, es el del Instituto Nacional de Cardiologìa (el Cardiològico, como lo conocen todos los mexicanos).
Es un lugar donde se alojan los familiares (y a veces los pacientes dados de alta), que vienen de lejos.
Lo encontrè porque Dios quiso, como encontrè tantas cosas y personas en estos dìas de "zozobra" si se pueden llamar asì.
Cuando estaba en medio de la tormenta ... sola, sin saber bien dònde pasar las noches y los dìas que me esperaban, que ni siquiera sabìa cuàntos serìan, una de las guardias de la entrada al hospital, me desliza al oìdo la idea de ir a pedir un lugar al albergue (que yo ni sabìa que existìa). Y agregò: "vaya usted, y pregunte por la Srta. Olivia, o sor Martita, asì ven que usted conoce ya el lugar" (y yo jota de nada, por supuesto)
Y fuì ... y toquè la puerta que me dijeron. Una puerta chiquita, disimulada, de poca importancia, como perdida en medio de un paredòn que da sobre Viaducto de Tlalpan, a sòlo 50 metros del acceso de visitas del "cardiològico".
Y me atendieron ... y me dieron albergue.
Un lugar de esos que no tienen precio ... porque tienen demasiado valor.
Por sòlo 15 pesos mx (un dòlar y 10 ctvos), me ofrecieron cama, desayuno, comida, cena, baños con agua caliente ... un piyama ... y mucho, mucho amor y comprensiòn y contenciòn ... y què se yo cuàntas cosas màs.
Un lugar donde uno descubre a poco de estar que no alberga personas ... alberga historias.
Ahì se funden y confunden el dolor y la alegrìa ... El dolor de los familiares por sus enfermos. La alegrìa de ellos y de todos los demàs por cada paciente recuperado.
Ahì todas las personas y todas las historias se hacen una y se abrazan frente al dolor de las pèrdidas ... que no son pocas, porque hay que entender que estamos todos en la misma: nuestros pacientes, tienen el corazòn enfermo ...
Y hay de todo: mujeres, hombres ... jòvenes, menos jòvenes ... y lo màs tierno y conmovedor: hay niños enfermos, niños internados, operados, esperando que los operen ... Y en el albergue estàn los padres, esperando las fechas de las cirugìas, esperando la hora de la visita, para ir a verlos.
Conocì ahì a personas a las que no olvidarè nunca.
En otras entradas, contarè algunas historias breves de ellas. Por hoy, sòlo decir lo que fueron para mì esos 10 dìas en "el albergue":
"una muestra gratis de Cielo"

lunes, 21 de septiembre de 2009

Tengo un blog .!!!!!!!

Si, al fin tengo mi blog ... que ni se lo que es, pero lo tengo. La idea me la diò, ver el blog de Cloè, en su aventura en Italia.
Bueno, este serà algo asì como "mi aventura en Mèxico".
Por hoy, sòlo estoy probando que puedo hacerlo. Soy totalmente "dura" con todo lo virtual y cibernètico, pero lo intentarè ... SI, SE PUEDE ... y seguro podrè, aunque deba recurrir a la ayuda de Cloè.
Tengo 7 años de vivencias para ir escribiendo. Serà poco a poco ... y quizà en desorden, pero intentarè ser fiel a la descripciòn, lo màs acertada posible, de todo lo vivido hasta el momento ... y lo que aùn queda por vivir.
Quizà comienze con los recuerdos màs frescos, luego recurrirè a lo que ya tengo escrito y lo irè pasando a este lugar.
Por hoy, me basta con haber abierto este espacio ... buenas noches familia ... buenas noches amigos ... aunque nadie lo sepa aùn, en algùn momento los harè partìcipes de este "lugarcito" donde irè dejando parte de mi corazòn ...