martes, 22 de junio de 2010



De ahì, a bordo ya de un autobús como la gente (hasta con Internet a bordo), llegamos, en una hora y media a Pachuca, la “bella airosa”, como le dicen porque en las laderas de la sierra sobre la que està edificada, rebota el aire y siempre hay viento.
En la Terminal nos esperaban los amigos/anfitriones que nos habìan invitado a dar un Seminario a su grupo.
Si me fuè difícil describir la “taquerìa al paso”, no se imaginan cuànto màs serà describir còmo nos atendieron.
De inmediato nos llevaron a comer a un “pueblito màgico” (asì les llaman a algunos pueblos elegidos, como Tepoztlàn por ejemplo) metido entre las sierras, en las alturas. Una preciosura, tìpico, muy cuidado, muy visitado por turistas.
La comida tipica de Pachuca son los pastes, una especie de empanada grandota, rellena de papa, carne y chile … riquìsima.
De ahì, ya casi las 5:00 de la tarde, nos instalaron en un hotel 5 estrellas lindìsimo. Descanso de una hora y listos para una asesorìa a lìderes que nos pidieron.
Cena en el hotel en compañìa de algunos de ellos …y a dormir que se viene el domingo.

Domingo … desayuno en el hotel con uno de los socios que vino expresamente a acompañarnos. Llamada sorpresa de Sole a papà.
Salimos ya del hotel rumbo a un salòn lindìsimo donde era el Seminario. Nos sorprendieron con un recibimiento inesperado: tùnel de personas con unos globos finitos como de un metro de largo … mùsica, serpentina … en fin … còmo explicarlo …?
Dejamos el alma en ese escenario y frente a esa gente que nos escuchaba con tanta atención. Terminado todo (cuatro horas después), no acabàbamos nunca de abrazar y besar a toda la gente que venìa a saludarnos.
Comida exquisita de nuevo en una mesa de màs de 10 personas y a desandar el camino que ya no vuelvo a repetir.
A las 10:00 de la noche de regreso en casa, cansados, pero con la sensación del deber cumplido.
Si se pudiera hacer una comparación, yo dirìa que esto que estamos haciendo tiene un IVA del 100%. Uno va buscando una cosa y se encuentra con el 100 x 1 de recompensa.
Aunque parezca un poco loco … estamos felices, disfrutando y sintiendo la vida circular en las venas, lo que no es poco después de haber pasado por algunas circunstancias en estos 60 y pico transitados.

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