domingo, 15 de noviembre de 2009

Yo soy ella ... yo soy Ana

martes 15 de noviembre de 2005

Me he salido de ella, y ella no se ha dado cuenta.
Me he sentado en la rama màs alta del limonero.
Desde acà la miro atentamente ... està sentada en su silla de siempre,
Se le pierde la mirada en la pared blanca de enfrente.
Ella no ve la pared blanca, ella ve sòlo una pantalla
donde refleja su mente.
La casa està en silencio ... como siempre ...
YO me hice chiquita en la rama
y veo còmo, en la pared blanca, se refleja su nostalgia.
Hay una larga lista de cosas que ella extraña.
Extraña la voz de sus hijos ...
ver crecer a los nietos ...
compartir con sus hermanos la comida del domingo ...
y los encuentros a diario con uno que otro amigo.
Extraña las tarde de la quinta en el calor del verano ...
la cara helada en las mañanas de invierno ...
el cielo azul y la calma del otoñal mes de marzo
y hasta los vientos incòmodos de la primavera estrenada.
Extraña el olor de un asado y el sabor de los helados ...
el color de la escarapela y los 25 de mayo
Ella extraña 55 años vividos en el mismo pueblo,
con los afectos al alcance de su mano.

Los codos en la mesa, las palmas de ambas manos en la cara sostienen su cabeza,
... y la mirada perdida en la pared.
Ella ya no piensa en nada.
Se levanta lentamente, se dirige hasta la cama ...
se recuesta ... y yo la dejo, ya no quiero molestarla.
Es mejor que en brazos de Morfeo,
vaya un rato al mundo de sus sueños.
Yo la entiendo ... yo soy Ana ... yo soy ella.

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